Es una foca de comportamientos demasiados extraños y ajenos a su naturaleza, ya que intentó tener relaciones sexuales con un pingüino rey, en lo que constituye uno de los Casos y Cosas muy inusuales
Es una foca de comportamientos demasiados extraños y ajenos a su naturaleza, ya que intentó tener relaciones sexuales con un pingüino rey, en lo que constituye uno de los Casos y Cosas muy inusuales de intento de apareamiento entre especies distantes.
Científicos sudafricanos filmaron el incidente, que duró 45 minutos, y lo reportaron en la revista especializada Journal of Ethology.
El extraño intento de apareamiento entre la foca, un Arctocephalus gazella macho, y el pingüino, un Aptenodytes patagonicus de sexo no identificado, tuvo lugar en una playa subantártica en la Isla Marion, en Sudáfrica.
No está claro por qué un animal intentó tener relaciones sexuales con el otro, pero los especialistas especulan que puede haberse debido a la inexperiencia o frustración sexual de un ejemplar joven de foca.
O podría haber sido un acto agresivo, depredador, o quizás simplemente un juego que se volvió sexual. “A primera vista pensamos que la foca estaba intentando matar al pingüino”, dijo Nico de Bruyn, del Instituto de Investigación de Mamíferos de la Universidad de Pretoria.
“Primer caso”
Los expertos que captaron el incidente acometían una misión de estudio de la foca elefante cuando se sorprendieron al ver a una foca peletera antártica de 100 kilogramos tratando de someter a un pingüino de 15 kilogramos. La víctima movía sus alas en un intento desesperado de liberarse, según los testigos. La foca alternaba entre reposar sobre el pingüino y empujar la pelvis para copular, aunque sin éxito.
Luego de 45 minutos de intentos frustrados, el mamífero abandonó su empresa y se retiró al agua ignorando al ave. No está claro por qué una foca peletera antártica intentó tener relaciones sexuales con un pingüino rey. Pero este se considera el primer caso filmado de un mamífero tratando de copular con otra clase de vertebrado como un ave, un pez, un reptil o un anfibio.
“Con toda certeza estábamos ante un caso único que hasta donde sabemos nunca antes había sido registrado en ningún lugar del mundo”, aseveró de Bruyn. Los especialistas creen que el pingüino salió ileso del fallido intento de cópula, pero de seguro con un gran signo de interrogación.
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