El inglés Neil Ford, de 38 años, y su esposa Lilian, de 35, originaria de Sidney, disfrutaban de unos románticos días en las costas de la bahía de Byron, Australia, una semana después de haber contraído matrimonio… Y hasta se puede decir que aquella era una perfecta Luna de Miel, hasta que ocurrió la tragedia.
VALENTÍA Y DESESPERACIÓN
La pareja estaba buceando unos tres metros bajo la superficie cuando repentinamente vieron a un enorme escualo, que se les acercaba amenazador.
En unos cuantos segundos ya tenían encima de ellos al monstruoso y gigantesco tiburón blanco de seis metros de largo (unos 18 pies), que abriendo sus fauces estaba presto a atacarlos, para desgracia de los dos.
Demostrando una increíble valentía y devoción, Neil alejó a su joven esposa, apartándola del camino de la bestia marina, esto le salvó la vida a ella, pero le valió ser él quien recibiera el primer impacto del ataque. Luego vino otro, y otro…, hasta que el feroz animal devoraba al recién casado, en tanto que la enloquecida Lilian era testigo de la espantosa muerte de su esposo, y no podía hacer nada.
Con las impresionantes imágenes en su mente y la desesperación a cuestas, Lilian tuvo que nadar entre la sangre que brotaba de todas partes del cuerpo de su marido y emergió a la superficie, gritando frenéticamente y pidiendo ayuda desesperadamente.
La mujer estaba histérica cuando los tripulantes de un bote de paseantes la vieron en el mar lleno de sangre y la sacaron del agua rápidamente.
EN BUSCA DEL ASESINO
Lilian dijo a sus rescatistas en medio de sollozos: “¡Él me estaba protegiendo! ¡Me alejó de un enorme tiburón!”
La noticia del horroroso ataque se difundió rápidamente, y las playas del área fueron evacuadas mientras un grupo de pescadores zarparon hacia el mar de Tasmania, desde la costa de la bahía de Byron, para buscar y capturar al enorme devorador de hombres que andaba suelto y sediento de sangre.
Finalmente los pescadores localizaron al escualo, pero mientras se disponían a arponearlo, el enorme pez atacó al bote con fiereza tal, que estuvo a punto de volcarlo y lanzar a sus ocupantes al agua, en donde el animal es el amo y señor, pero tras una larga lucha, el enorme tiburón blanco fue atrapado y llevado tal cual trofeo.
POR SUPERVIVENCIA
Los expertos en vida marina dicen que la tragedia ocurrió porque el tiburón probablemente confundió a los recién casados, que llevaban trajes de buzo, con focas. Además advirtieron que los ataques de tiburón aumentarán porque la pesca comercial ha disminuido la fuente de alimento del gran tiburón blanco, y las criaturas, muertas de hambre, atacarán a cualquier cosa que nade al alcance de sus poderosas mandíbulas de un metro de ancho para mantenerse vivos. Si te encuentras en su camino, te atacará ya que ellos cazan para sobrevivir.
Los únicos restos hallados del heroico Neil fueron las aletas, el cinturón de peso y algunas partes desgarradas de su traje de buzo, que fueron entregados a su joven esposa que, a pesar del tiempo, aún no puede olvidar aquel día fatídico en que su esposo fue devorado por un tiburón.
“Era un gran tipo”, asegura el afligido suegro del joven, Kevin Holn. “Salvó la vida de mi hija. Pero eso era típico de él. Era una persona muy entregada a los demás. Esta tragedia será la pesadilla de mi hija no sé por cuánto tiempo, pero estaremos allí para apoyarla siempre”.
Y Créalo o No, Así Fue… cómo un enorme tiburón blanco se tragó entero a un hombre recién casado que gozaba su luna de miel!
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine