Los milagros suceden, y a veces nos llegan de quien menos se espera o por donde uno ni se imagina. Tal es el caso de Eugene
Los milagros suceden, y a veces nos llegan de quien menos se espera o por donde uno ni se imagina. Tal es el caso de Eugene Horon,
un niño originario de la antigua Checoslovaquia que sufre de parálisis y que vio como su vida cambiaba radicalmente, cuando un
experto en computación, que actualmente está preso, decidió ayudarlo… Esta es la historia:
Stepan Kopacz, un hombre de 28 años, hasta hace diez años era un reconocido genio de la computación y la electrónica, en Praga.
Pero fue encontrado culpable y sentenciado a cadena perpetua por el homicidio de su novia durante una riña pasional.
Afortunadamente para Eugene, el tiempo que Stepan lleva en la prisión lo ha aprovechado en forma muy creativa y encaminada a ayudar gente. Por eso, cuando el ingeniero conoció el triste caso de este niño, decidió “construirle” un par de piernas biónicas lo más parecidas posible a las de un humano… y lo logró!
“Estas no son unas piernas artificiales cualquiera; en realidad forman parte integral del sistema nervioso de Eugene”, dice el preso Stepan. El aparato que usa el pequeño, en realidad son dos prótesis a las que están integradas unas sofisticadísimas computadoras con cientos de transitores capaces de transmitir sensibilidad y lo mejor es que ambas forman un aparato ortopédico que se va ajustando al crecimiento de sus piernas.
“El chico realmente puede dar un puntapié, sentir sus dedos y percibir dolor”, explica Kopacz. Las computadoras son controladas por el cerebro de Eugene, que se encuentra conectado a ellas a través de alambres y silicones, estableciendo comunicación con el sistema nervioso. Las conexiones de silicón a su sistema nervioso son permanentes, pero el médico puede desconcertarlas de sus piernas y posteriormente reemplazarlas, de acuerdo al crecimiento del niño.
“Esto es un avance sorprendente”, explicó el doctor Boris Stepanovich, uno de los expertos más renombrados del mundo entero en el campo de la biónica. La tecnología de este caso, puede ser adaptada con facilidad para aplicar al funcionamiento de los brazos. “Esto es una tecnología de punta y no ciencia ficción, por eso algún día el invento de Stepan podrá ser utilizado para la construcción de «Cyborgs», individuos que en parte serán humanos y en parte máquinas, con expectativas de vida superior a los cien años”, agregó el médico.
El pequeño Eugen nació con una enfermedad en la espina dorsal, lo que le ocasionó parálisis completa de la cintura para abajo y parecía estar condenado de por vida a la silla de ruedas; ahora, el fabuloso invento de Kopacz representa una promesa de libertad para el niño. Kopacz inventó los miembros artificiales mientras trabajaba en su celda, aprovechando partes usadas de su computadora y por increíble que parezca, utilizando como conejillos de indias, a ratas que atrapaba dentro de la misma prisión.
“Los guardias se divertían de lo lindo viendo cómo las ratas corrían por todos lados usando piernas artificiales y nunca me reprimieron en los estudios que estaba realizando, gracias a Dios”, relata Kopacz. “Me siento muy contento de que el proyecto haya sido un éxito.
Creo que ha recibido la oportunidad de hacer más llevadera la vida para las personas discapacitadas del mundo”, concluyé este genio de la computación. Y Créalo o No, Así Fue… como a pesar de estar preso y sentenciado a cadena perpetua, todavía tiene ánimos de ayudar a otros, y gracias a eso, le construyó una piernas biónicas a un niño paralítico!
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