Nicholas Jackson es un alpinista más que afortunado, ya que se precipitó desde 1000 pies de altura por la ladera de una montaña; pero para asombro de los rescatistas, en lugar de hallar un montón de carne y huesos… ¡lo encontraron vivo!!
Los dos compañeros de Nicholas Jackson también creyeron que se había matado al irse de cabeza por la ladera de una de las montañas nevadas más altas de Escocia.
Nicholas se desplomó de un pico conocido como Aonach Beag, justo unos momentos después de haber alcanzado la cima junto con sus compañeros. Las condiciones eras extremadamente traicioneras, porque todo el ambiente estaba completamente blanqueado; es decir, había tanta nieve y niebla, que no se distinguía el cielo del suelo. Los cirujanos solamente le descubrieron una fractura en el cráneo y dijeron que ésta era una de esas afortunadas situaciones que se dan en un millón, porque nadie sobrevive a una caída de esta naturaleza.
Las primeras yardas cayó sobre una cama de nieve fresca y continuó patinando y rebotando de un lado a otro de la ladera, hasta que finalmente detuvo su vertiginoso descenso 900 pies más abajo. Su compañeros tardaron hora y media en encontrarlo y se asombraron de hallarlo aún con vida. Sin embargo, la temperatura descendía rápidamente y la condición de Nicholas empeoraba a cada instante. El equipo de rescate tenía que actuar rápidamente o todo sería inútil.
La base de helicópteros de rescate estaba a unas 75 millas de distancia, por lo que los rescatistas tardarían más de una hora en llegar; pero la situación de Nicholas era tan delicada, que no se podía esperar mucho tiempo. El montañista estaba finalmente condenado a morir antes de que llegaran las brigadas de rescate, a pesar de haber sobrevivido increíblemente a la pavorosa caída. Mas la suerte se hallaba del lado del ingeniero accidentado, de 27 años de edad, porque un helicóptero de la RAF (Real Fuerza Aérea) volaba en misión de entrenamiento cerca del área, e increíblemente se percató del accidente.
La densa niebla obstruía la visibilidad, así que intentar un descenso volando por la ladera era prácticamente un suicidio; con todo, los pilotos de la RAF hicieron temerarias maniobras y de algún modo coloraron el helicóptero cerca del herido.
Donald Watt, líder del grupo de rescate, asegura que la supervivencia de Nicholas fue un milagro y que nunca había visto un caso parecido en sus 28 años de experiencia. “Este señor tuvo una suerte increíble”, exclamó. “Probablemente se impactó contra dos o tres salientes de ladera, pero en lugar de quedar convertido en una masa informe de carne y huesos, salió ileso.
Aunque no se veía nada, por la descripción del punto desde el que cayó, dedujimos el lugar exacto donde probablemente había caído… y le dimos al clavo”.
Sin el helicóptero de la RAF, no habría tenido ninguna oportunidad de sobrevivir. Aparte de la fractura del cráneo, Nicholas resultó con varios cortes en el rostro, pero aún así y todo, quienes lo vieron aseguran asombrados que este hombre de que tiene suerte, la tiene; porque si no, ¿de qué otra manera se le puede llamar a la persona que es protagonista de tan semejante milagro???..
Y Créalo o No… Así Fue!!
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