Buitre Negro

En los últimos tiempos hemos utilizados animales exóticos como domésticos, es por eso que hoy muchos de ellos están en vía de extinción, en esta sección hablaremos de todos ellos

    Aunque en América es casi desconocido, esta es el ave de mayor tamaño de toda la Península Ibérica. Si bien, su cuerpo no es de gran tamaño, pues apenas alcanza un pie o pie y medio, la envergadura de sus alas es otra cosa muy diferente, pues en algunos casos, las alas extendidas llegan a mediar hasta 7 pies, aunque su medida normal es de 5 pies.

  Su plumaje es sombrío. Las plumas del dorso son marrones con tintes negruzcos, siendo la zona interior del cuerpo aún más oscura. El cuello y la parte de la cabeza se encuentran totalmente desnudos, mientras que la cara y la parte superior de la cabeza aparecen cubiertas por plumas. En la base del cuello llama la atención un collar de plumas pálidas de pequeña longitud.

  No existen diferencias aparentes entre machos y hembras, aunque sí entre los adultos y los jóvenes, que tienen un plumaje casi negro. Su silueta de vuelo es parecida a una tabla, con el cuello recogido mientras vuela, la cola corta y triangular y las plumas primarias muy desplegadas. Rara vez emite voces, roncas y silbante.

  Esta enorme ave vive en el sudoeste de la Península Ibérica y en Mallorca y es mayormente sedentaria, aunque los individuos jóvenes realizan largos viajes exploratorios al emanciparse de los padres.
Al Buitre Negro lo encontramos preferentemente en bosques de encinas y hace su nido en las copas de los árboles más altos del bosque, donde cría sus polluelos. El nido es renovado antes de cada temporada. Un dato curioso es que no procrea cada año. Inicia la incubación en marzo. Ambos progenitores se dedican a esta tarea, que dura 55 días, de tal manera que a principios de mayo rompe el cascarón un único polluelo. La misión de incubar la realizan muy responsablemente; algunos expertos afirman que es muy difícil durante la incubación mover a un buitre negro del nido.

   Estas aves vuelan en círculos a gran altura, para visualizar a su presa, cuando descubre a un animal muerto, se lanza en picada con las alas recogidas y las patas colgando, produciendo un ruido zumbante. En sus nidos se han encontrado restos de conejos, ardillas, tortugas y lagartos, cosa que hace suponer que también pueden capturar pequeñas presas vivas.

  Pero nuestro protagonista no se deja atrapar fácilmente, conoce la increíble variedad de presas que puede encontrar en su planeada y ansiada jornada, pero sobre todo sabe que en estos bosque habita el rey, por excelencia y méritos propios, la venerable águila real, el rey del bosque mediterráneo.

  Sin dudas es un ave enigmática, que tenemos que ayudar a preservar, ya que es parte de la lista de animales en vía de extinción.
  Para los coleccionistas es un trofeo, que quieren tener en sus casa, evitemos que más de éstas sigan siendo parte de una colección.