Esta semana quiero compartir contigo un tema que padecen muchas mujeres después de ser madres. En ocasiones esta depresión puede tener una explicación, porque el bebé no ha sido deseado o porque no es normal. Sin embargo en la mayoría de las ocasiones la depresión parece no tener mucho sentido y empiezan cuestionamientos tan raros como: “Si deseaba tanto tener este hijo, por qué ahora me siento desdichada?”, “¿Qué me está pasando?”, “El parto fue mucho mejor de lo que esperaba, y todo mundo se portó maravillosamente conmigo, especialmente mi marido. Yo debería dar saltos de alegría… ¿Entonces, por qué no lo estoy disfrutando?, Quizás no sirvo para ser madre!”
Si en algún momento pensaste algo así, no significa que seas desagradecida o mala madre, sino que estas experimentando una frecuente complicación del ser madre. Esta depresión es un trastorno que a veces necesita ser tratado adecuadamente, ya que de no hacerlo puede durar meses e incluso años.
Los especialistas aseguran que los síntomas de esta depresión están muy bien marcados, las mujeres que la padecen muestran:
Tristeza: Desde luego este es el síntoma más fuerte, se sienten sin ánimos de nada, infelices y desgraciadas. Hasta en ocasiones llegan a sentir que no vale la pena vivir y al rato sentirse felices.
Irritabilidad: Con frecuencia también se puedes estar irritable con tus otros hijos y ocasionalmente incluso con el recién nacido, aunque la mayoría de las veces lo está con su marido quien no suele comprender qué es lo que está pasando.
Fatiga: Todas las nuevas madres se sienten un poco abrumadas y fatigadas, pero la madre con depresión postparto se siente tan agotada que llega a pensar que padece alguna enfermedad física.
Insomnio: Y en este caso no es por el cuidado del bebe durante la noche.
Pérdida de apetito: Generalmente no tienen ni tiempo ni ganas de comer lo que contribuye a que se sientan agotadas. Algunas comen en exceso para aliviar su malestar psicológico y luego se sienten culpables y molestas con su gordura.
Incapacidad para disfrutar: Lo que antes era un placer ahora no apetece y lo que antes interesaba ahora se convierte en aburrido. Esto es especialmente en el caso de las relaciones sexuales. Algunas mujeres recuperan el interés por el sexo (si es que en algún momento lo perdieron) antes de que transcurran 6 semanas del parto, pero las madres con depresión postparto suelen rechazar cualquier contacto, lo cual puede generar tensión en la pareja.
Ansiedad: Suele ser aguda y se puede presentar en forma de temor a quedarse sola con el bebé por miedo a que grite, no quiera comer, se ahogue, se caiga o se haga daño de cualquier otra forma. Algunas madres deprimidas perciben a su bebé como un objeto. En vez de sentir que han dado a luz a la criatura más cariñosa y adorable se sienten distantes de su hijo y lo perciben como un pequeño ser misterioso y extraño.
La situación de la madre deprimida que todavía no se ha “enamorado” de su hijo no es realmente duradera, sin embargo, la depresión postparto puede desarrollarse aun cuando el amor por el recién nacido sea intenso. En estos casos, la madre teme desesperadamente perder a su precioso bebé por no cuidarlo bien, porque no se desarrolle adecuadamente, etc., hasta un simple catarro puede causar una gran preocupación. La madre puede obsesionarse con el peso del bebé y alarmarse si llora demasiado o incluso si pasa mucho tiempo en silencio.
Si padeces de esta depresión te recuerdo que hay tratamiento que te pueden ayudar a salir de este mal momento, nada es para siempre.
Consulta con tu doctor, habla con tu pareja, con una amiga, en ocasiones el hablar es de muy buena ayuda para expresar tus verdaderos sentimientos y que la gente que te rodea sepa que es lo que te está pasando. ¡Buena Suerte!
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