Mas de 155.000 personas han muerto a causa del coronavirus y, de acuerdo a los cálculos de la Universidad de Washington, unas 240,000 personas morirán hasta el 1 de noviembre. Ante esta tragedia irreparable de vidas, incluyendo los millones de personas que están afectados económicamente y de salud, Trump sólo se afana en decir cínicamente: “It is what it is” (es lo que es).
Así es, a Trump no le importa que miles de personas todavía sienten el abandono repentino de sus esposos, esposas, papás, mamás, abuelos, hijos, tíos, amigos, etc. En su órbita, una muerte simplemente significa un número más en la lista de decesos o un número menos en el padrón electoral, que supuestamente estarían apoyando la candidatura de Joe Biden.
Así es, Trump es un individuo sin corazón, sin sentimientos, sin una pisca de sensibilidad por el dolor de sus conciudadanos. A Trump no le importa que los médicos, las enfermeras y los trabajadores de limpieza de un centro médico, estén prácticamente entregando sus vidas en una lucha desordenada contra el Covid-19.
La semana pasada, Jonathan Swan de Axios realizó una entrevista al mandamás de la Casa Blanca en medio de un panorama altamente crítico para sus aspiraciones de seguir en el poder.
La forma cómo empezó la entrevista, misma que fue difundida por HBO, hace sugerir que Trump aceptó la invitación debido a que pensó que Axios iba a darle un campo amplio para propagar su agenda política engañosa que justifica su falta de tino en la respuesta a la pandemia.
Sólo las cadenas televisivas conservadoras, como Fox News o redes ultraconservadoras como Breitbart News, son permitidas a este tipo de entrevistas. CNN, CNBC o ABC nunca están en sus planes, menos los periódicos de New York Times o Washington Post o La Opinión de Los Ángeles o El Diario de New York.
La entrevista se convirtió en otro fracaso de Trump desde que su campaña política trató de emprender vuelo en Tulsa, Oklahoma. Esta vez no sólo volvió a hacer relucir su degenerado narcisismo, sino también hizo ver que es una persona incapaz de mostrar empatía por los que sufren.
Ante una pregunta relacionada con el ascenso de decesos en el país sólo supo decir: “es lo que es”. En otras palabras, ‘a mí qué me importa. Si se mueren bien, si no se mueren también’.
Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com
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