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Los chupa-chupa ó luces asesinas de Pará.

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En nuestra edición anterior les narramos como en noviembre de 1957, dos soldados brasileños, que se encontraban en una torre de vigilancia, vieron una luz de color anaranjado se aproximó velozmente

En nuestra edición anterior les narramos como en noviembre de 1957, dos soldados brasileños, que se encontraban en una torre de vigilancia, vieron una luz de color anaranjado se aproximó velozmente y se detuvo encima de ellos. Estupefactos, no pudieron moverse ni usar sus armas e inesperadamente, un golpe de calor abrasador los alcanzó. Uno cayó sofocado y el otro creyó que su uniforme había estallado en llamas. Meses más tarde, a decenas de campesinos les pasaba más o menos lo mismo. Al analizar a los afectados, se encontró con que en todos los casos, les había bajado la cantidad de glóbulos rojos en la sangre, como si se los hubieran chupado, por eso la gente los empezó a llamar: “Los Chupa-Chupa” o “Luces Asesinas”… Pero ¿qué era aquello?, ¿acaso en verdad los extraterrestres venían a succionar o chupar sangre de aquella gente humilde? …. Esta es la conclusión! Extrañamente, las personas afectadas experimentaban una especie de parálisis temporal después de ser alcanzadas por el rayo de luz. Intentaban correr sin lograrlo y no eran capaces de articular palabra. Además su piel se quemaba y se producía una rápida descamación en el área afectada, no como las quemaduras normales, que suelen despellejarse al cabo de unos cinco días. Pasadas algunas semanas no quedaba huella alguna.

Aquellas gentes humildes, la mayoría pescadores, amas de casa, viejos y niños que vivían en chozas, tras “ser alumbrados” por aquel haz de luz de no más de 15 centímetros, llegaban a la enfermería del lugar tambaleándose con síntomas de hipotensión, debilidad muscular y depresión. La angustia en el momento del ataque era tal que algunos me decían haber tenido la sensación de que se iban a morir. Es curioso verificar que el caso “chupa-chupa” no trascendió las fronteras de Pará y Maranhão. -Los militares no querían que los medios de comunicación crearan una situación de pánico, pues deseaban llevar a cabo sus investigaciones con el mínimo de contaminación informativa. Sin embargo, nadie podía impedir que los rumores sobre los ataques de las luces se transmitieran a través de boca a boca, llegando a todas las aldeas y pueblos -comentó el biólogo Daniel Rebisso-.

Según afirmó este investigador, el Cuartel General del Primer Comando Aéreo Regional de la Aeronáutica (1º COMAR), con sede en Belém (Pará) puso en alerta su segunda sección. Daniel Rebisso mostró al autor de este artículo, varios documentos con testimonios de militares y civiles que él mismo recabó para elaborar un informe completo que tenía carácter de alto secreto. El resultado fue un dossier de casi 500 páginas, incluidas centenares de fotografías de OVNIs y de testigos, dibujos, mapas y relatos, además de varias películas de 8 mm. Las fotografías, la mayoría en blanco y negro, muestran objetos que en unos casos son perfectamente discoidales, en otros esféricos y un cierto número de ellos de forma indefinida.

Algunos presentan un objeto luminoso menor desprendiéndose de su superficie o saliendo de su interior. La foto más impresionante que Rebisso enseñó, muestra un OVNI brillante y elíptico sobre el cual se asientan objetos luminosos esféricos que parecen proyectar una tenue sombra sobre el mayor. Parte de los informes están encabezados por el nombre de los testigos y su condición cultura, seguidos de la fecha y hora del suceso, tras lo cual figura un relato corto y objetivo sobre el avistamiento o agresión sufrida por la víctima.

Al principio, los militares que escucharon de aquellas noticias de gente herida por luces, las consideraron como simples tonterías. Sólo la alarma expresada por los alcaldes de los pueblos les movilizó, ante la posibilidad que el espacio aéreo nacional estuviera siendo violado por aeronaves secretas extranjeras. Cuando los militares se percataron de que estaban ante un fenómeno totalmente desconocido, surgió el término “Operación Plato” para denominar sus actividades de campo, que duraría desde mediados de 1977 hasta principios de 1978 en el estado de Pará, y en otras zonas hasta 1982. -Sólo algunos militares creían que el fenómeno “chupa-chupa” era de origen extraterrestre. El informe termina diciendo que los objetos voladores provocan histeria colectiva y que eran cuerpos luminosos de origen desconocido, pero que no representaban peligro para la nación -concluyó.

Toda la documentación referente a aquellos hechos, esta celosamente resguardada por el ejercito brasileño en zona restringida del Ministerio de la Aeronáutica de Brasilia; otra parte está en el Campo dos Afonsos, que es una base militar de Río de Janeiro, y en la base de Alcántara, en Maranhão. Hasta el momento, las autoridades brasileñas no han dado indicios de querer desclasificar este material… ¿Qué eran aquellas “luces asesinas” que muchos de los habitantes de Pará vieron y sintieron?; ¿realmente los “chupa-chupa” les absorbían los glóbulos rojos?…. Como esto difícilmente será aclarado por las autoridades, este seguirá siendo uno de los muchos Enigmas y Misterios que aun tenemos respeto a extraterrestres…. !

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