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Maneras Insólitas de Perder la Vida

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Mientras que hay quienes temen tanto a la muerte que hacen hasta lo indecible para evitarla hay otros que la retan y hasta juegan con ella… Pero ni unos ni otros modifican su destino!!

 
  Muchos de nosotros continuamente estamos cuidando nuestra vida y la de nuestros seres queridos, cosa totalmente lógica y normal. No obstante en ocasiones hay gente que teme tanto a la muerte, que llega a hacer cosas inverosímiles y a veces rayan en lo ridículo para evitarla, olvidándose de que es una ley natural el nacer, crecer y morir. Esto de ninguna manera quiere decir que el ser humano busca su muerte, pero si quiere decir que debemos aceptar como una cosa natural, el que tarde o temprano vamos a dejar esta vida (sin importar sexo, color, dinero, religión, etc.).
 
  Pero así como hay quienes temen a la muerte, hay otros que no solo no le temen, sino que la retan y hasta juegan con ella; sin embargo, nadie tiene la vida comprada y nadie cambia su fin.
 
   He aquí algunos casos de personas que encontraron la muerte en forma extraña e insólita…
 
  La Rueda del Infortunio
En septiembre de 1927, la bailarina Isadora Duncan expresó su entusiasmo por un automóvil de la época, un Bugatti deportivo de Benoit Falchetto, dueño de un taller mecánico en Niza. Pensando que el interés de Isadora podría inducirla a comprarlo, Falchetto la invitó a dar un breve paseo en aquel lujoso carro (de aquella época), y ella accedió.
 
   Isadora, además de hermosa era intrépida y gustaba de las emociones fuertes. Era sobreviviente de la primera Guerra Mundial. Aquella tarde la bailarina sólo llevaba una bufanda ligera sobre los hombros, Falchetto le ofreció su chaqueta de cuero, pero ella no la aceptó. Al partir, ella gritó “Adiós Amigos, Me Voy a la Gloria” y con un movimiento teatral se echó la bufanda a la espalda en el instante en que el Bugatti arrancaba… La bufanda se enredó en una llanta y de inmediato estranguló a la bailarina. 
 
  La policía dio por cerrado el caso, archivándolo con un rótulo que decía:… “Muerta a causa de la Rueda del Infortunio”… 
 
   Genio y Figura… Hasta la Sepultura 
  El rico y avaro fabricante de vinos, el francés Samuel Tapàun sólo tenía dos intereses y dos metas en su vida. Uno: Cuidar sus extensos viñedos en Cognac, lugar donde también tenía varios castillos, y dos: Acumular más dinero.
 
    Hombre en extremo tacaño, pero también muy inteligente y con gran sentido del oportunismo en los negocios, incrementó en pocos años su fortuna, gracias a que siempre estaba al acecho para ganar un franco (moneda francesa).
 
  En 1934 entre sus propiedades y dinero en efectivo su fortuna ascendida a un poco más de 100 millones de dólares… Pero un día hizo un pésimo negocio, en el que perdió aproximadamente unos 75 mil dólares. Inconsolable por esa pérdida, decidió ahorcarse. Fue al pueblo y compró una cuerda, no sin antes regatear el precio. Ya en su castillo la utilizó para ahorcarse… La cuerda era tan vieja y estaba tan podrida, que con el peso de él se reventó y fue a parar al suelo dándose un duro golpe en las caderas.
 
  Samuel, con gran indignación decidió ir a reclamar al tendero del pueblo y logró que le regresaran el doble de lo que él había pagado por la cuerda.
 
   Contento regresó a su castillo; iba feliz por haber ganado unos centavos en la operación, y cantando empezó a subir las escalinatas. A media escalera pisó en falso, tropezó y cayó hacia abajo, con tan mala suerte que se pegó en la nuca y murió…
 
  Uno de sus trabajadores como epitafio dijo:  “El se quería adelantar unas horas a la muerte. Pero su vida estaba marcada a esta hora”.
 
  Y Créalo  o No, Así Fue como la muerte decidió cómo, cuándo y de qué manera el rico y avaro Samuel Tapàun había terminado su misión en este mundo.
 
  De la felicidad a la tragedia… solo hay un paso
 En 1785, Jean Pierre Blanchard, uno de los pioneros de los vuelos en globo, fue el primero en cruzar el Canal de la Mancha por aire. Hombre intrépido que hizo al menos 25 vuelos en globo por toda Europa, sorteando ventarrones, lluvias y toda clase de inclemencias del tiempo, pero con gran valor y pericia siempre salió victorioso. 
 
   En 1809, luego de probar satisfactoriamente y estar feliz por el funcionamiento de un paracaídas que él había inventado, las cuerdas de éste se le enredaron en el cuello y murió asfixiado.
 
   La señora Blanchard tan intrépida como su marido, hizo varios vuelos en globo para celebrar algunos acontecimientos nacionales, especialmente para celebrar la boda de Napoleón en 1810 y, al igual que su marido, realizó varios vuelos de exhibición por toda Europa.
 
  En 1819, realizó un vuelo de exhibición de Londres a París, en esa ocasión le tocó soportar una fuerte tormenta en medio del mar, pero con pericia condujo el globo hasta París. Al llegar a la ciudad luz, mucha gente la esperaba para celebrar la hazaña de ser la primer mujer que hacia aquel vuelo. En medio de gran algarabía, se prendieron fuegos artificiales y cohetes para celebrar tal acontecimiento. Uno de estos cohetones alcanzó al globo, que de inmediato se incendió y ella sin poder controlarlo se precipitó al vacío… Murió instantáneamente al chocar en el suelo de una sucia y maloliente calle parisina…
 
  Estos fueron sólo unos cuantos ejemplos de “Algunas Manera Insólitas de Perder la Vida”; y que Créalo o No, Así Fue!!
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