Un centenar de de residentes de la ciudad de Bell marcharon energicamente el día de ayer frente a las casas y empresas de las autoridades municipales, se exige la renuncia del alcalde y los miembros del Concejo Municipal implicados en los actos de corrupción, en una protesta provocada por los elevados salarios de tres funcionarios que dejaron sus cargos recientemente.
Más de 200 residentes del modesto suburbio al sureste de Los Ángeles marcharon el domingo hacia la licorería y mercado Oscar’s Korner Market and Carnicería, cuyo propietario es el alcalde Oscar Hernández, y luego hacia su casa, pidiendo que reduzca su propio salario de seis cifras o remita su renuncia.
Más tarde hicieron lo mismo con algunos miembros del Concejo Municipal. Varios de los participantes de la marcha usaban camisetas con la inscripción “Mi ciudad es más corrupta que su ciudad”.
La protesta fue organizada por un grupo fundado después de que el Los Angeles Times revelara que el gerente municipal, el jefe de policía y el subgerente municipal de Bell recibían salarios de cientos de miles de dólares al año. Los tres renunciaron el viernes
Uno de cada seis residentes de la ciudad de 40,000 habitantes vive en la pobreza.
En los últimos días se ha reportado adicionalmente que el alcalde y tres de los otros cuatro miembros del concejo municipal recibin alrededor de $100,000 al año, principalmente como salario por participar en reuniones de juntas y comisiones. Solamente el concejal Lorenzo Vélez recibe el modesto salario de unos $8,000 al año.
Ayer, Vélez emitió una declaración pidiendo la renuncia de los demás miembros del concejo a menos de que bajen sus salarios al mismo nivel que el del suyo.
Varios residentes de Bell, incluyendo miembros de la Asociación de Bell para Detenerl el Abuso (BASTA, por sus siglas en inglés), esperan volver a reunirse hoy en la sede del Concejo Municipal, que ha anunciado una reunión especial para hoy lunes a las 6:00 p.m
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