Hoy tocaremos un malestar muy común que casi siempre ignoramos y que con el tiempo puede generar complicaciones indeseadas. Hablamos de las agruras, que comienzan pareciendo simple mala digestión y pueden terminar dañando nuestro cuerpo seriamente. Es muy importante el diagnóstico para que el remedio sea efectivo.
Las agruras se conocen “oficialmente” como pirosis (del griego piros: fuego) ya que son esa sensación de dolor que causa el regurgitar el estómago. El ácido gástrico contiene elementos que lastiman el esófago y de ahí la sensación de ardor, en el pecho, el cuello y hasta la boca.
Todos tendremos agruras alguna vez en la vida porque basta que la comida sea un poco vieja o que sus ingredientes caigan ‘pesados’ a nuestro sistema digestivo para sentirlas. El problema es cuando se hace crónico y no damos importancia, matamos el malestar con antiácidos y creemos que ya pasó. Pero vuelve días más tarde.
Si las agruras son continuas, es como una luz amarilla. Es necesario revisar la dieta y, en caso de no responder pronto a los remedios caseros, es necesario visitar a un especialista. De no hacerlo, la persona se expone a desarrollar tos crónica y dañar seriamente su esófago y boca.
El tratamiento casero comienza por la dieta. Son varios los productos que pueden irritar tu estómago así que los mencionaré en grupo: azúcares blancas, harinas, carnes rojas, alcoholes, bebidas gaseosas, café. Hay que evitar todo eso al menos por una semana para ver la diferencia.
Lo que sí debe comer son fibra en todas sus presentaciones. Le recomiendo en especial las frutas y verduras crudas o semi-crudas. También son buenos los caldos de verduras y de pollo. Acompáñelos con un poco de arroz. También será bueno que en cada comida tome un vaso de agua de limón (mucho) sin azúcar. En ocho días, puede que su paladar tenga quejas, pero desaparecerán las burbujas en las tripas y dejará de pararse a media noche a beber antiácido.
Le recomiendo también un té muy especial, hecho de boldo con alcachofa. Debe usted beber al menos dos tazas al día. La alcachofa es depurativa y ayuda al hígado. El boldo es como un limpiador natural de intestinos, ya que favorece la eliminación de líquidos al tiempo de limpia.
Si en ocho días usted no siente cambios importantes, no apague la luz amarilla. Primero debe sentirse más ligero porque la comida sana da energía, puede que incluso duerma mejor ya que ha estado limpiando su cuerpo. Pero sobre todo tiene que dejar de rejurgitar. Si no lo hace, vaya al médico, escuche a su cuerpo, no sea como esas personas que piden ayuda sólo cuando el dolor les alcanza.
Antes de poner en práctica este o cualquier otro remedio casero, consulte a su médico.
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