Una úlcera o llaga es una lesión abierta de la piel o la membrana mucosa. En el sistema digestivo las úlceras más comunes son las de la pared del estómago o en el duodeno, que es parte inicial del intestino delgado. Causa las llagas un desequilibrio entre aquello que daña la mucosa intestinal (como los jugos gástricos) y aquello que la protege (moco y bicarbonato).
Sus síntomas son conocidos: dolor en la zona superior del abdomen, sobre todo a la hora de hacer la digestión, fuerte acidez, reflujo constante, náusea, incluso vómito, sangrado y pérdida de peso en casos graves. La úlcera es algo que se debe tratar para no tener problemas mayores como perforaciones o hemorragias internas abundantes.
Para el tratamiento de las crisis usamos una variedad de medicinas con efectos distintos. Las hay que suprimen los jugos gástricos, las hay que aumentan la producción de moco y bicarbonato, las hay que cambian la acidez del caldo estomacal, como son el caso de las más comunes: que son los antiácidos estomacales. Hay gente que los usa como remedios de cruda estomacal. Comen de modo que les hace mucho daño y se olvidan con un antiácido, pero eso no resuelve el problema de fondo.
Cuando la úlcera es recurrente y no responde a tratamientos, se hace un análisis de sangre o de heces para detectar la presencia de la bacteria H. pylori, que descompone el moco que cubre la mucosa del estómago, exponiéndola a los ácidos. En ese caso se requiere medicina muy específica para acabar con la bacteria porque los remedios caseros no bastarán.
Descartada la bacteria, para luchar con la úlcera péptica lo que hay que hacer es cuidar la dieta. Somos los maestros de nuestro cuerpo y podemos consentirlo en vez de exigirle de más. La col es buena para reducir la acidez si la incluye en sus comidas al menos una vez al día. El betabel y el aloe son buenos para reparar las paredes de mucosa dañadas. El caldo de pollo y el calabacín son suaves con la panza. Desayunar papaya, piña y/o melón ayuda mucho. Para salir de la crisis en un par de días, le recomiendo tomar fibra porque balancea la flora intestinal, que puede ayudar mucho en esta batalla entre ácidos y bases que se libra al interior de nuestro estómago. Nada mágico, puros buenos hábitos alimenticios.
Antes de poner en práctica este o cualquier otro remedio casero, consulte a su médico.
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